9/1/22

EVANGELIO LUNES 10-01-2022 SAN MARCOS 1, 14-20 PRIMERA SEMANA TIEMPO ORDINARIO

 




Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

                                                    Es palabra de Dios

REFLEXION

Esta disposición incondicional para el seguimiento es la que nos narra Marcos en este evangelio. Cuando Juan Bautista es arrestado, Jesús decide subir a Galilea, a predicar el Reino de Dios. Allí llama a sus primeros discípulos, dos parejas de hermanos pescadores que dejándolo todo le siguen a ojos ciegas. “Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”. Se ha cumplido el tiempo, dice Jesús, y propone la conversión y creer la Buena Noticia. Son las dos condiciones del Reino. Convertirse, cambiar los valores personales asimilando y realizando los valores del Reino, y creer la Buena Noticia., es decir, creer en Jesús. Él es la buena nueva, el evangelio de Dios; seguir a Jesús es cumplir la voluntad de Dios. Dos condiciones sencillas que suponen una entrega permanente y decidida. Conversión, cambio de actitudes, de criterios y de mentalidad. Abandonar los criterios mundanos, las tentaciones del dinero, el poder y la influencia, y asumir los valores esenciales, la verdad, la santidad, la justicia, el amor y la paz. Estos valores que la enseñanza y el ejemplo de Jesús nos muestran a lo largo de su trayectoria histórica. Así, siguiendo el ejemplo y la adhesión al Señor, nos vemos obligados a convertir también nuestros hábitos y costumbres, nuestra vida ejemplar. Asumiendo el mandato de Jesús de predicar el Reino y hacerlo presente en el mundo, promovemos las actitudes fundamentales de las bienaventuranzas, resumen del mensaje evangélico y criterio definitivo de salvación. La pobreza, el hambre y sed de justicia, la fraternidad y solidaridad, la no violencia, reconciliación y perdón, el amor al hermano, e incluso al enemigo, son los ideales que hemos de defender y hacer valer en nuestro mundo, porque son los valores que definen y hacen presente el Reino de Dios, la encarnación del Evangelio de Jesús.

Propósito:

Despojarnos del hombre viejo, aferrado a lo mundano y caduco y levantar nuestros ojos al Señor y a su misericordia, para salvar este nuestro mundo.

D. Oscar Salazar, O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de San Martín de Porres (Madrid)