Es palabra de Dios
REFLEXION
El testimonio de Juan Bautista sobre Jesús es muy
valioso e importante. El evangelista, que fue su discípulo, lo recoge, lo
medita y lo resume en una frase: “Este es el Cordero de Dios”. Jesús es el Cordero
y Siervo de Dios.
El Siervo de Dios anunciado
por el profeta Isaías hace referencia a la encarnación del Salvador, cumpliendo
Dios su promesa con posterioridad.
Jesús es quien carga con los pecados del HOMBRE y
se ofrece, inocente, para expiar por ellos. Él es el que quita el pecado del
mundo, es decir, el que restablece las relaciones de paz entre Dios y los
hombres, haciendo que éstos sean de nuevo hijos suyos.
El Cordero Pascual, que los judíos sacrificaban cada año para
celebrar su liberación de Egipto y el paso del mar Rojo, es figura de Jesús.
Con su muerte y resurrección nos hace pasar, a través del agua del Bautismo, de
la esclavitud del pecado a la libertad de los hijos de Dios.
La liturgia del Domingo de Resurrección y los
Prefacios Pascuales nos lo recuerdan al citar estas palabras de San Pablo:
“Nuestro Cordero Pascual, Cristo, ha sido inmolado”. Esta tradición, que
reconoce en Cristo al verdadero Cordero Pascual, se remonta a los orígenes
mismos del cristianismo.
¿Estoy en Comunión con Dios?
¿Pienso en el gratuito Amor de Dios y lo transmito
a mis hermanos?
Dña. Montserrat Palet Dalmases
Fraternidad Laical de Santo Domingo (Barcelona)