Es palabra de Dios
REFLEXION
El Evangelista Marcos recoge dos parábolas
relacionadas con la agricultura, con las que Jesús enseña los secretos del
Reino de Dios. Ambas parábolas nos hablan del comportamiento de la semilla para
llevarnos a la comprensión del actuar de Dios en nuestra vida.
La gracia de Dios actúa en nosotros sin darnos
cuenta, sólo exige de nosotros que la acojamos en nuestro corazón, así como la
tierra acoge la semilla. Es interesante señalar el hecho de que “germina y va
creciendo”, sin prisas pero sin pausas; nosotros muchas veces somos
impacientes, con nosotros y con los demás, queremos cambios rápidos. Vivimos
inmersos en la cultura de la inmediatez, pero Dios, que es Amor, es paciente, y
a eso nos invita: a saber esperar, a no desanimarnos, a no juzgar antes de
tiempo, porque la germinación es lenta y podemos asolarla si no respetamos su
tiempo.
Hoy celebramos la memoria de Santo Tomás de Aquino,
uno de sus más conocidos principios es: “La gracia no destruye, sino que
presupone, sana, eleva y perfecciona la naturaleza”. Y esto es un trabajo
lento, como el germinar de la semilla, porque Dios respeta las leyes de la
naturaleza inscritas en el hombre.
Si queremos trabajar por el Reino de Dios, tenemos
que aprender a ser pacientes y dejar que la gracia de Dios actúe en cada alma,
sin imponer nuestros ritmos. Él sabe cómo hacerlo.
None MM. Dominicas
Monasterio de Santa Ana (Murcia)